Esta escultura la realicé en 2016 y provocada por la fortísima impresión que me causó la contemplación del extraordinario retrato que Diego Velazquez le realizó al papa Pamphili, Inocencio X y que está colgado en el Palacio Doria Pamphili de Roma, está realizada en terracota y es mi versión y mi interpretación en 3D de dicho retrato y aunque no conseguí ni mucho menos recoger un poco de la fuerza y de la tensión que tiene uno de los mejores retratos de la historia del arte, si me quité un poco la obsesión que tengo con él desde que lo contemplé en aquel recodo del Palazzo Pamphili de Roma.